Gracias abuelos
23 septiembre 2020
Se dice que el amor más puro es aquel que no busca nada a cambio: sólo desea lo mejor para la persona amada. Este es el cariño que recibimos de nuestros abuelos: nos aman antes de conocernos y nos entregan su corazón, incluso, cuando todavía no sabemos pronunciar una palabra.
Este amor se puede ver reflejado en personas como María Mercedes García Avalos, clienta de Compartamos Banco, que compartió con nosotros que tiene 3 hermosos nietos:
“Gracias a Dios me respetan mucho. Y los tenemos educados a la antigüita, que ya no se da en estos tiempos.Y el consejo que les doy es: El buen juez por su casa empieza.”
Los abuelos nos toman de la mano para acompañar nuestros primeros pasos y jamás la sueltan. Permanecen ahí, en cada alegría, tristeza y derrota: con la mano extendida para que nos podamos apoyar una vez más, como cuando eramos pequeños.
Como la vez que nos caímos de niños y sólo encontramos consuelo en sus brazos. O esos momentos en los que éramos cómplices y nos regalaban, sin que nuestros padres se dieran cuenta, un dulce.
Se convertían en nuestros confidentes y guardaban en su sonrisa los pequeños secretos que les susurrábamos.
Como dice Juan Grande, cliente de Compartamos Banco:
“Los abuelos disfrutamos más a los nietos que a los hijos, porque a los nietos se les consiente y a los hijos se les educa.”
Pero, también, siempre han estado ahí para corregir nuestro camino. Nos comparten su sabiduría: con sus acciones y palabras nos transmiten lo valioso de vivir de forma honesta y con esfuerzo.
Jhoanna Torres, clienta de Compartamos, reconoce el valor de haber tenido a sus abuelos:
“Nos dieron el más grande tesoro: su amor, consejos, cariño y comprensión…”
Abuelos, les agradecemos por cada gesto, caricia y hasta las pequeñas travesuras que hemos compartido. Pero sobre todo, les damos las gracias por el regalo más grande que nos han dado en esta vida: un amor incondicional.