Cómo se desarrolla tu bebé en el primer año de vida, aquí te decimos:
Te contamos los pasos más importantes en el desarrollo del bebé a lo largo de su primer año de vida. Entre el 90 y el 95 por ciento de los niños sanos alcanzan los niveles de desarrollo descritos en cada una de las etapas. Pero no debemos olvidar que cada niño tiene su propio ritmo de crecimiento.
Sin embargo, si tienes la sensación de que el desarrollo de tu hijo no es el correcto, no lo dejes pasar. Anota durante algunas semanas todo aquello que observes y consúltaselo a tu pediatra.
A los 3 meses
- Mantiene el contacto visual, girando la cabeza si es necesario.
- El bebé es capaz de seguir con la mirada un objeto en movimiento.
- Llora de forma diferente cuando tiene hambre, siente dolor o se aburre.
- Junta las manos sobre el pecho.
- Levanta la cabeza cuando está boca abajo apoyándose en los antebrazos.
A los 6 meses
- Le gusta establecer contacto a través de miradas, caricias, sonidos.
- Le encantan los juegos con cambios rápidos de posición.
- Observa con atención lo que ocurre a su alrededor. Toca las cosas y las estudia con las manos.
- "Charla" en tonos distintos consigo mismo y con los demás.
- Pasa las cosas de una mano a la otra.
- Sostiene la cabeza, dobla los brazos cuando se lo levanta. Se gira de espaldas a boca abajo y viceversa.
A los 9 meses
- Distingue a los conocidos de los desconocidos. Puede, aunque no necesariamente, rehuir a los extraños.
- Estudia atentamente los objetos con los ojos, las manos y la boca.
- Forma largas cadenas silábicas con la letra "a" (bababa).
- Sujeta las cosas con una o ambas manos.
- Se sienta él solo con la espalda recta y con buen control de la cabeza. Se arrastra, gatea (alrededor del 15 por ciento de los niños se salta esta etapa).
A los 12 meses
- Puede establecer contacto con los demás e interrumpirlo por sí mismo.
- Encuentra rápidamente objetos que se han apartado de su vista.
- Dobla sílabas con la letra "a" (ma-má, pa-pá).
- Agarra con el índice y el pulgar ("hace la pinza").
- Se puede mantener de pie agarrándose a muebles o apoyándose en la pared.