Cuidemos de nuestra casa común
El medio ambiente está atravesando por una serie de crisis en la que varias especies se están viendo amenazadas. El clima se vuelve cada vez más extremoso y hay desastres naturales recurrentes. En paralelo, la humanidad está padeciendo los efectos de la cultura del descarte en la que la pobreza y desigualdad prevalecen y en donde aparecen actitudes de rechazo e indiferencia hacia los más vulnerables.
La visión sobre la naturaleza como un objeto de posesión y manipulación se ha trasladado hacia las relaciones personales. Estamos en medio de una cultura del descarte en la que el estilo de vida y los patrones de producción y consumo afectan a la armonía, justicia, fraternidad y paz entre las relaciones con la naturaleza y con las personas.
Hoy más que nunca hay que procurar el bien común cuidando el ambiente y promoviendo la solidaridad. Ya en el 2015 el papa Francisco nos animaba a despertar la conciencia ecológica al fomentar una esperanza social con la carta encíclica Laudato Si´. Conoce algunos puntos importantes de ésta:
- La tierra es una herencia común para los creyentes y no creyentes.
- Tenemos el deber del cuidado y de la custodia de la relación interior con uno mismo, con los demás, con Dios y con la tierra.
- El desarrollo económico con los actuales patrones no es sostenible.
- El cambio climático tendrá efectos catastróficos para la humanidad.
- La solidaridad permite hacer frente a las desigualdades y buscar el bien común.
- La paz interior tiene que ver con un estilo de vida equilibrado y con la admiración hacia la vida.
Nuestra fe desea que la creación sea cuidada y renovada y que vivamos en armonía y fraternidad. Despertemos nuestra conciencia y comencemos a tomar acción en la esfera individual y familiar para así impactar positivamente a la sociedad.