¿Cómo enferma la familia de un enfermo?
La familia es el pilar más importante en la vida de cualquier persona. Cuando uno de sus integrantes atraviesa por una enfermedad, su principal función es proporcionarle fortaleza emocional y ayudarlo a convivir con el padecimiento de la mejor manera. El impacto que provoca la noticia de un familiar enfermo es muy profundo y en muchas ocasiones es recibida en forma dramática, percibiéndose sentimientos de angustia, miedo, culpa e incertidumbre.
Sentimientos que manifiesta la familia ante un familiar enfermo:
- Ansiedad, ante lo desconocido, a la incertidumbre y al miedo.
- Enojo, por la estabilidad perdida dentro del seno familiar.
- Negación, aparentar que no pasa nada puesto que el enfermo no muestra ninguna señal fuera de lo normal.
- Deserción o huida, de una realidad dolorosa e incierta.
- Sobreprotección, convertir al enfermo en centro de atención hasta el grado de asfixiarlo.
- Culpa, de no ser yo en lugar de mi hermano(a), de mi papá o mamá y así no merecer continuar con mi propia vida.
Ante la enfermedad, cada uno de los integrantes construye una “realidad” interna. Para esto es necesario conocer cuál es el concepto de enfermedad crónica, curación y muerte para cada uno de los familiares y para el paciente; esclarecer estos conceptos ayudaría en la situación de crisis que ésta pudiera estar viviendo.
También hay una gran diferencia si el enfermo es la madre, el padre, los hijos (as), los abuelos; a partir de esto la reacción de cada uno de los miembros variará de acuerdo a las formas de organización y de relación. Nuestra pregunta es cómo actuar y ayudar no sólo al enfermo sino a cada uno de los miembros de la familia; en muchos casos la comunicación podría verse afectada por aspectos como el miedo, inseguridad, desinformación o negación ante la enfermedad.
Para esto es importante:
- Fortalecer al sistema familiar, ayudando a elaborar los diferentes duelos; en el enfermo, por la pérdida de la salud, de sus capacidades y proyectos; en la familia, por la pérdida de las expectativas puestas en el paciente.
- Bajar el nivel de tensión ante el enfermo, no lograrlo puede generar toda una serie de dificultades entre los miembros de la familia que repercutiría en el descontrol de la enfermedad.
- Disminuir la centralidad del paciente. Es importante propiciar que, a pesar de las presiones y las tensiones por el curso de la enfermedad, los intereses y actividades de los otros miembros de la familia se mantengan e incluso surjan más.
- Tratar de que el paciente, de acuerdo con su edad y estado físico, se responsabilice de su propio cuidado y que los otros miembros de la familia participen en la medida de sus posibilidades.
- Repartir entre los otros miembros de la familia la responsabilidad del tratamiento, de modo que no se sobrecargue a una sola persona.
- Explorar y promover la utilización de ayudas externas a la familia.
- Reestructurar el orden familiar ante el descontrol que causó la enfermedad, generando a su vez la aceptación ante la nueva situación en la familia.
El trabajo en equipo de la familia es una gran fuerza.